Mucho hablamos de la materia de su apariencia ilusoria que no es tal.
De su transparencia.Vacía y no contundente como perciben nuestros engañosos sentidos. Su esencia cuántica en donde se presenta la multidimensionalidad. Su semejanza con el Universo. Su origen en el polvo de Estrellas. Sus maravillas y conexiones con los reinos de la Naturaleza. El sutil equilibrio que le da vida.
Pero la gran pregunta es ¿ DÓNDE SE ENCUENTRA SU ORIGEN?
La gran explosión
Nuestro origen
está en el polvo de estrellas y quizás allí esté nuestro fin.
Por cierto, en este momento, cabe preguntarnos de dónde proviene esta
materia que nos conforma y la respuesta a esta inquietud nos lleva a las
teorías del origen del Universo.
Una de las más difundidas y aceptadas es
la Teoría del Big Bang pero aclaremos que sigue siendo teoría hasta que no se compruebe
experimentalmente su realidad.
Sostiene que el universo se inicia con una gran explosión a partir de un estado de masa concentrada en un punto pequeño de alta temperatura, llamada Huevo Cósmico, tan inestable que explota. A partir de ese momento salen “disparadas” nubes de gas y polvo que al enfriarse durante la expansión se condensan formando núcleos constituyentes de estrellas, soles o galaxias universales.
Las Galaxias conservan ese impulso original y se ha demostrado experimentalmente que se alejan a Gran Velocidad
Esto se explica porque al observarlas su color resulta ser de un rojo más intenso.
El rojo es el color de menor frecuencia. Las ondas tardan cada vez mas en llegar a la Tierra, si se tornaran cada vez màs azules significaría que se están acercando. Este experimento reafirma la teoría de Big Bang.
A partir
de la explosión inicial las Galaxias se alejan a gran velocidad.
El científico/a se cuestiona, se inquieta, duda y investiga.
A través de la historia siempre quiso saber de dónde proviene y hacia donde va y esa curiosidad lo impulsa hacia el progreso.
Si aceptásemos todo tal como lo recibimos y no dudáramos de lo preestablecido no habría progreso.
A través de la historia siempre quiso saber de dónde proviene y hacia donde va y esa curiosidad lo impulsa hacia el progreso.
Si aceptásemos todo tal como lo recibimos y no dudáramos de lo preestablecido no habría progreso.
El espíritu inquieto moviliza energías.Para alcanzar sus logros cuestiona verdades. ¡NADA ES ABSOLUTO!
Autora: María Cristina Chaler
Protegido por Ley de Propiedad Intelectual
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